Refutación a Keynes, por Henry Hazlitt (26)

Capítulo 26  – El “pleno empleo” como meta

La aportación sobre la que más insisten los discípulos de Keynes es la sustitución de la “máxima producción”, de los economistas clásicos, como meta de la actividad económica, por el “pleno empleo”. En relación con lo anterior, Hazlitt formula lo siguiente: 1. ¿Es defendible?, 2. ¿Es alcanzable?, 3. ¿Es deseable en todo momento y en todo género de condiciones?

  • ¿Es defendible?

El concepto de pleno empleo, tal como puede entenderlo el hombre de calle, no es tal. Para el hombre de calle o para la gente de a pie, cuando escucha “pleno empleo” de la boca de  economistas keynesianos, entiende que todo el mundo tiene un trabajo; sin embargo, ni el propio Keynes lo definió así, pero apostaría a que quiso que se entienda como lo hace el hombre de calle o la gente de a pie. Recordando la definición de “paro involuntario” que Hazlitt se encarga de invalidar, Keynes describe el pleno empleo, siendo, tanto el paro “friccional” como el “voluntario”, compatibles con el “pleno” empleo así definido.

  • ¿Es alcanzable?

Por mucho que les cueste entender a los keynesianos, lo cierto es que el “pleno empleo” no es alcanzable, y así lo reconocieron en su momento los partidarios de esta meta como el economista Alvin Hansen.

  • ¿Es incondicionalmente deseable?

Habría que reflexionar si es que la deseabilidad del pleno empleo a toda costa es preferible a la maximización de la producción, esto, claro está, vía incremento de la productividad marginal del trabajo que se logra, como ya se ha explicado, por incrementos en el capital que se logra gracias al ahorro.  Si el pleno empleo fuera un objetivo en si mismo, la solución pasa por uno de los métodos que propuso Keynes, esto es, que una parte de la gente se dedique a cavar pozos para que otra parte se dedique a taparlos.  

Para que se entienda, un país en el que “todo el mundo trabaja” con pico y pala, crece mucho menos y es menos productivo que un país que lo hace con maquinaria y herramienta. Por tanto, lo que importa no es la búsqueda de pleno empleo per se, sino que las personas trabajen menos, lo que se logra con aumentos en la productividad, y esto último se logra con la condición necesaria de ahorrar previamente.

Se me viene a la mente la siguiente anécdota que puede encontrarse en este link:

“A Milton Friedman lo llevaron a ver un masivo proyecto de infraestructura en China. Miles de trabajadores con palas estaban construyendo un canal. Friedman asombrado preguntó por qué no había ni una sola excavadora o equipo mecanizado para mover la tierra y un funcionario público respondió: “Las palas crean más trabajo”. Friedman respondió: “Entonces, ¿por qué no usar cucharas en vez de palas?” Esto sería hacer menos con más trabajadores, crearía más empleo pero destruiría riqueza.”

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