El Decreto Supremo Nro. 4680 del gobierno de Luis Arce es, literalmente, un tiro en el pie que dañará directamente a las Reservas Internacionales del Banco Central de Bolivia, y además es una política económica discriminatoria e injusta pues dependiendo de la voluntad de un puñado de funcionarios estatales, se beneficiará a unos cuantos exportadores de azúcar perjudicando a otros exportadores de azúcar, o bien perjudicará a todos los exportadores de azúcar por igual al reducirles su cuota de exportación.
La razón del presente Decreto Supremo reza como sigue: “El presente Decreto Supremo tiene por objeto autorizar la emisión de certificados de abastecimiento interno y precio justo para regular la exportación de maíz, sorgo y azúcar.” Según el gobierno, controlar la exportación de azúcar forzará a sus productores a vender al mercado interno a menor valor.
El precio justo, que tan de moda está en la clase política boliviana, se originó con Carlomagno y sus funcionarios quienes llamaban “justo” a los precios establecidos por ellos. El precio justo ahora, además de ser una regulación de funcionarios del Estado, sirve también como medida demagógica usada para seducir a la sociedad haciéndoles creer que sus políticos luchan contra la avaricia y el afán de lucro de los productores, a quienes no les importaría dejar en desabastecimiento el mercado local.
Pero antes de prohibir la exportación a los productores de azúcar, veamos si de verdad existe peligro de desabastecimiento y suba de precios en el mercado interno tal cual estaría admitiendo el gobierno de Luis Arce con el presente decreto.

Los datos disponibles nos muestran una tendencia a la baja del precio del azúcar en el mercado interno, por lo que podemos descartar desabastecimiento y precio “injusto”. Lo importante viene a continuación, cuando vemos que las exportaciones aumentaron en valor y en volumen al tiempo que bajo el precio del azúcar en el mercado interno:


Si la tendencia fuera distinta, es decir, si se diera una suba de exportaciones seguida de suba de precios, la política del gobierno de prohibir la libre exportación de azúcar continuaría equivocada, pues estaría impidiendo el ajuste entre importaciones y exportaciones, donde se tiene un saldo comercial del azúcar favorable desde el 2019.
Importante a considerar son las sanciones impuestas a Rusia por invadir Ucrania y sus efectos económicos sobre la producción de azúcar en Bolivia, que no se verá afectada directamente.
Por tanto, prohibir las exportaciones por temor a un desabastecimiento interno y una suba de precios es una medida equivocada que afecta no sólo a los productores de azúcar sino también a la acumulación de Reservas Internacionales cuyo desplome se ha convertido en una variable crítica para la estabilidad del tipo de cambio.

No es el abastecimiento ni velar el precio justo lo que busca el gobierno de Luis Arce. La invasión Rusa del gobierno de Putin es lo mejor que le puede ocurrir a un intervencionista para regular precios, controlar la producción, etc. Decretos que tienen por objetivo controlar los precios y la producción favorece al gobierno para controlar desde el Estado en perjuicio de los productores y también de los consumidores.