En los últimos meses, Bolivia ha enfrentado un aumento preocupante en la inflación, golpeando directamente el poder adquisitivo de los bolivianos. ¿Qué hay detrás de este fenómeno? Vamos a desglosar las principales causas de esta inflación, analizando cómo la devaluación implícita del boliviano, la demanda de dólares, la emisión monetaria desmedida, y los bloqueos organizados por el mismo partido de gobierno, han llevado a esta situación.
1. La devaluación implícita y el surgimiento del mercado paralelo de dólares
Uno de los detonantes más evidentes del aumento de precios en Bolivia es la devaluación implícita del boliviano. Esto ocurre cuando el Banco Central de Bolivia (BCB), incapaz de sostener el tipo de cambio en el mercado oficial debido a la presión entre oferta y demanda, propicia la aparición de un mercado paralelo de dólares. En este mercado, el dólar se negocia a un precio más alto que el oficial, lo que en términos prácticos significa que el boliviano pierde valor.
¿Cómo impacta esto en los precios?
Los productos importados, desde alimentos y combustibles hasta bienes intermedios, se pagan en dólares. Si el boliviano se devalúa, los costos de importación suben y, por ende, los precios finales de estos productos también. Este fenómeno no se queda ahí: se propaga rápidamente a toda la economía, porque incluso los insumos nacionales dependen en gran medida de bienes importados.
Ejemplo práctico:
Supongamos que el precio oficial de 1 USD es de 7 bolivianos, pero en el mercado paralelo, se intercambia a 10 bolivianos. Una empresa que depende de maquinaria importada no tiene más remedio que recurrir al mercado paralelo para obtener dólares. Eso encarece su producción, y el aumento de costos se traslada inevitablemente al consumidor. En el pasado reciente, el precio del combustible era importado y subsidiado por el gobierno. Sin embargo, este mismo subsidio es una de las razones por las cuales se generó la devaluación implícita y se abrió paso al mercado paralelo.
¿Qué significa en economía mantener niveles de precios bajos en relación al mercado?: escasez
En economía, los niveles de precios bajos en un mercado regulado pueden parecer, a primera vista, beneficiosos para los consumidores. Sin embargo, cuando estos precios están artificialmente fijados por debajo del nivel que establecería el equilibrio entre la oferta y la demanda, el resultado inevitable es la escasez.
¿Por qué ocurre la escasez?
Cuando los precios están controlados a niveles inferiores a los del mercado libre, se crea un desbalance económico. Veamos las razones clave:
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Incremento de la demanda: Los consumidores perciben los precios bajos como una oportunidad, lo que dispara la demanda por bienes y servicios.
Ejemplo: Si el precio del azúcar se fija en 5 bolivianos el kilo cuando el precio de equilibrio sería de 10 bolivianos, más personas intentarán comprar azúcar a este precio subsidiado, agotando rápidamente las existencias.
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Disminución de la oferta: Al fijarse un precio inferior al de equilibrio, los productores enfrentan menores incentivos para producir o vender, ya que no pueden recuperar sus costos ni generar beneficios adecuados. Esto lleva a una reducción en la cantidad ofrecida en el mercado. Que no es el caso de en Bolivia, pues el gobierno pagaba una parte de ese subsidio lo que generó y está generando un gasto público creciente a través de transferencias.
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Mercados paralelos: La escasez resultante crea un incentivo para que algunos actores ofrezcan los bienes en mercados informales o paralelos, pero a precios mucho más altos. Esto desvirtúa completamente el propósito original del control de precios. Lo que en el país entendemos como contrabando es eso, y la culpa no es de quienes compran barato localmente y venden al precio de mercado afuera, no se podrán terminan quienes se dediquen a esa actividad si antes no se termina con sus incentivos, es decir, si no se termina el subsidio no solo del combustible sino de cualquier bien mantenido a precio artificialmente bajo.
Impacto en la economía:
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Distorsión en los incentivos: Los precios actúan como señales para los productores y consumidores. Fijarlos artificialmente elimina estas señales, desorganizando el sistema económico.
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Dependencia de subsidios: Para mantener los precios bajos, el gobierno a menudo debe subsidiar bienes esenciales, drenando recursos fiscales que podrían destinarse a inversiones productivas, o mejor aún, a reducir impuestos.
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Descontento social: La escasez prolongada de bienes esenciales genera tensiones sociales y puede derivar en protestas.
2. La pérdida de confianza en el boliviano y la preferencia por el dólar
En todos los procesos inflacionarios, y especialmente en situaciones de alta inflación o hiperinflación, existe una caída de la demanda por la moneda local, que es reemplazada por un activo que conserve su valor. A lo largo de la historia, los agentes económicos han recurrido al dólar como una forma de protegerse de la devaluación, ya que perciben que su poder adquisitivo se mantiene mejor que con el boliviano.
El efecto de demandar menos un bien hace que el bien en cuestión pierda su valor en comparación con el bien que se demande más, en este caso el dólar. Como resultado, el boliviano se desvaloriza por ser menos demandado, mientras que los agentes económicos prefieren el dólar, que no está bajo el control del Banco Central y, por lo tanto, sigue siendo percibido como un refugio de valor.
Efecto en la economía:
Cuando la gente deja de demandar bolivianos, el valor de la moneda local cae aún más frente al dólar. Esto genera un círculo vicioso: más personas quieren dólares, menos bolivianos circulan, y el dólar se encarece aún más. Este proceso no se debe atribuir únicamente a los llamados “especuladores”, sino que es una consecuencia directa de las políticas económicas que generan incertidumbre y devaluación de la moneda local.
¿El BCB realmente ha perdido el control?
Si el Banco Central no pudo garantizar la disponibilidad de dólares en el sistema oficial, ¿cómo es que los librecambistas tienen acceso a dólares en el mercado paralelo? Esto abre interrogantes sobre la gestión de reservas y posibles complicidades entre funcionarios del BCB y actores del mercado paralelo.
3. La emisión monetaria desmedida y su efecto inflacionario
Otro factor crucial detrás de la inflación es la emisión de dinero para financiar el Tesoro General de la Nación (TGN) y las empresas públicas. Cuando el BCB otorga créditos al TGN o a empresas públicas sin un aumento real en la producción de bienes y servicios, se genera más dinero persiguiendo la misma cantidad de productos. Esto, como es lógico, genera inflación.
Imaginemos una economía con 100 bolivianos y 50 bienes, donde cada bien cuesta 2 bolivianos. Si el BCB decide inyectar 200 bolivianos adicionales, pero la cantidad de bienes no cambia, ahora habrá 300 bolivianos para los mismos 50 bienes. Esto significa que cada bien costará 6 bolivianos, reflejando un aumento generalizado en los precios. Este es un ejemplo muy simplificado, pero ilustra cómo un aumento en la cantidad de dinero sin un incremento en la oferta de bienes puede presionar los precios al alza.
Impacto directo:
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Aumento de la masa monetaria: Más bolivianos en circulación producto de un mayor gasto público o emisión para financiar el déficit, es decir, mayor deuda que pesará sobre las generaciones futuras.
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Incremento de precios: Los consumidores tienen más dinero para gastar, pero la oferta de bienes y servicios no ha crecido. Esto dispara los precios, afectando principalmente a quienes tienen ingresos fijos.
Conclusión: ¿Cómo entender la inflación en Bolivia?
La inflación en Bolivia no es un fenómeno aislado, sino el resultado de:
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La devaluación implícita del boliviano, que encarece los productos importados.
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La pérdida de confianza en el boliviano y la preferencia por el dólar, que desvaloriza aún más la moneda local.
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La emisión monetaria para financiar el gasto del TGN y la creación de empresas públicas ineficientes.
Es urgente que las autoridades cambien de rumbo
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Eliminar los subsidios insostenibles al combustible:
Aunque el gobierno ha comenzado a sincerar parcialmente los precios de los combustibles, el subsidio sigue siendo un factor clave en la distorsión de la economía. Los subsidios, al mantener los precios artificialmente bajos, lo que presionó las reservas del Banco Central. Para reducir la presión sobre el mercado paralelo del dólar, es crucial que el precio del combustible se ajuste completamente al mercado, eliminando el subsidio por completo. -
Recortar el gasto público y mejorar la eficiencia fiscal:
Es esencial reducir el gasto público para devolver los recursos a los bolivianos, permitiéndoles asignarlos según sus necesidades, en lugar de que la clase política sea la encargada de asignar los recursos. -
Desregulación económica y reformas estructurales:
Para terminar con el mercado paralelo del dólar y restablecer la confianza en la economía, es necesario promover reformas estructurales que fomenten la inversión y reduzcan la intervención estatal en la economía. Un marco de seguridad jurídica más transparente y estable permitirá que el sector privado juegue un papel más activo, lo que contribuirá a reducir la inflación.