El Legado del Socialismo del Siglo XXI

“El socialismo y el intervencionismo. Ambos tienen el común el objetivo de subordinar el individuo al Estado.”


Cinco son los gobiernos que formaron parte del llamado Socialismo del Siglo XXI en su momento: Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela. Estos gobiernos, así como los gobiernos populistas, suelen excusar su mala gestión del Estado normalmente a la maldición de los recursos naturales (como si el tener recursos naturales fuera la causa de los errores que cometen), conspiraciones yankees, clases oligárquicas que hay que eliminar, etc. Lo cierto es que, en todo este tiempo, los gobiernos populistas que menciono, poco o nada hicieron para cambiar la matriz productiva de sus economías, para mejorar su competitividad o para sostener esa disminución de la pobreza que lograron, es decir, que poco hicieron para que sus economías puedan desarrollarse sostenidamente y que este crecimiento no sea sólo el reflejo de los altos precios como así parece ser.

Bolivia (2006-2019): lleva ya tres años manteniendo un déficit fiscal que en promedio supera los ocho años de superávit logrados desde que Evo Morales entró al poder. Su política económica, inspirada en las ideas de Keynes, en el actual contexto no es sostenible, ya que se necesita incurrir en déficits fiscales año tras año para mantener un crecimiento (políticas contracíclicas). Y si bien la prensa no sólo local sino internacional e incluso organismos como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) cree en el milagro de su modelo económico (intervencionista, extractivista y redistribucionista) la realidad es otra.

Ecuador (2007-2017): el consenso de los economistas coincide que a partir del 2011 la economía disminuye su crecimiento económico fruto de la dependencia de las exportaciones de petróleo, y para contrarrestar su efecto la deuda pública crece de forma tal que para fines del 2016 aumentan en más del 100%. Por otro lado, durante la presidencia de Correa se crearon varias empresas públicas con resultados para nada alentadores. Claro, esto no es gratis, pues la ineficiencia de dichas empresas le cuesta dinero a su sociedad que debe mantener una burocracia estatal pagando impuestos y que en el futuro tendrá que afrontar el pago de toda la deuda contraída durante la gestión de Correa… y es que cuando el Estado amplía sus funciones más de lo necesario interviniendo en la economía mediante el control los medios de producción de ciertos sectores (que los populistas denominan “estratégicos”) por ejemplo, no sólo se instala una dictadura de mercado ya que la sociedad está obligada a producir y por ende a consumir lo que dictan esas empresas sino que además en un Estado sobredimensionado se genera corrupción, ya que mientras más crece, más difícil es gestionarlo y más incentivos tienen sus funcionarios a corromperse (ante la disminución de su control). Para resumir, se desaprovechó el ciclo económico y dejaron sus efectos tanto el intervencionismo como la corrupción durante el gobierno de Rafael Correa. Es primordial que el Estado vuelva a ocupar su función, esto es, encargarse de proteger los derechos de propiedad, hacer que se respete el Estado de Derecho y dejar que la sociedad sea libre de tomar las decisiones de producción y consumo.

Cuba (2006-2018): A diferencia de su hermano, los años de gobierno de Raúl Castro se caracterizará por ser el punto de inflexión del manejo de la economía. De las varias reformas que durante su gestión se propuso, la más importante se llevó a cabo el año 2011 durante El Sexto Congreso del Partido Comunista de Cuba donde se propone una actualización del modelo de planificación centralizada de propiedad estatal, que en resumen son ciertas políticas los diferentes sectores económicos además de lineamientos de política económica que promuevan mejorar los incentivos y dan más margen a la iniciativa privada que el anterior gobierno. Claro, pero una cosa es plantearlos y otra cosa es hacerlos cumplir, algo que en la realidad no se da, y si llega es a pasos de tortuga, tal es así que recién en 2013 se crea un equipo para alcanzar estos objetivos, y es que la burocracia es el más perjudica el avance de éstas y las demás reformas, que también perjudica de forma más directa algunos sectores económicos.

Actualmente la economía no pudo diversificar su matriz productiva, su política económica incurre en déficits fiscales para evitar que se caiga en recesión y dejó de crecer, esto en parte porque Venezuela, quien es su principal benefactor y además le provee petróleo subvencionado, tiene mayores prioridades en casa.

Nicaragua (2007-2022): restringe seriamente la libertad política y civil de la sociedad, al haber violado la constitución al participar en las elecciones del 2011; de compartir el duopolio de los medios de comunicación en complicidad con el empresario mexicano Ángel González, controlando así casi la totalidad de los medios de comunicación; también llama la atención los casos de corrupción en que se han visto implicado varios funcionarios de gobierno y ni hablar que durante todos estos años, Daniel Ortega, también se hizo del control absoluto de los poderes del Estado. En síntesis, no existe la libertad de expresión ni el Estado de Derecho en Nicaragua. Que su economía se mantenga más estable que las demás, no se traduce en un mayor bienestar para las personas cuando se atenta con su libertad civil, al contrario, lo que se puede ver, así como también se ve en Bolivia, es que se está gestando el germen de la dictadura, una dictadura disfrazada de democracia, una dictadura promovida por ambos presidentes quienes en su intento por permanecer en el poder a toda costa, atentan contra la libertad de las personas. Ese es el tema que se pone en discusión hoy en Nicaragua.

Venezuela (1999-2013):de los llamados gobiernos socialistas del siglo XXI, el gobierno de Hugo Chávez es el caso más representativo de las consecuencias que tiene para la sociedad instaurar un modelo de economía basada en la planificación centralizada, controlando gran parte de los medios de producción.La razón de su colapso no es consecuencia de la caída del precio del petróleo per se, pero la caída del precio del petróleo nos mostró la insostenibilidad de una economía intervenida en las variables más importantes como los precios, las divisas, las nacionalizaciones, la política monetaria inflacionista y el dirigismo económico además de que durante todo el periodo de gobierno de Chávez no se mejoró la productividad de su sector más importante, ya que en parte esto pudo haber contrarrestado de cierta forma la caída en el precio del petróleo mediante el aumento de su producción. Actualmente el país sufre todo tipo de desastres, como las proyecciones de (hiper)inflación, la desnutrición , la malaria y pobreza, entre otros.

El experimento socialista, ideal de los “revolucionarios” encabezados por Fidel Castro le trajo pobreza y miseria a las sociedades donde se trató de replicar. Actualmente la sociedad venezolana está sufriendo las consecuencias de tan nefastas ideas, que prometen el paraíso terrenal, paraíso del que disfrutan sólo los “revolucionarios” que terminan tomando el poder del Estado en su propio beneficio. Lo que nos queda es enterrar estas viejas ideas que tanto daño causó en los latinoamericanos.

Publicado por El Instituto Cato